Català / Castellano
Fundación Amat Tienda

Fundación Amat

Fundació Amat
c/ Manacor 10 Bracelona 08023
info@fundacioamat.org

La FUNDACIÓ PINTOR JOSEP AMAT fue constituida el día de Sant Jordi del año - 23 de abril - de 2001 con la finalidad de promover el estudio, la conservación y la divulgación de la obra del pintor Josep Amat i Pagès (1901-1991).

No existe una opinión unánime entorno a cómo definir la pintura de Amat. Parece que fue el crítico Rafael Benet quien, en 1935, definiera la primera adscripción ubicándolo en el grup de pseudo-fauves y, dentro de este grupo, lo definia com el «el más gracioso, el más habilidoso». En 1952 Alberto del Castillo clasificaba a Amat dentro del impresionismo y, posteriormente, en 1965, daba un paso más y lo definía como «el más impresionista de los pintores españoles de nuestros días». En cambio, En canvi, décadas más tarde, en 1987, Francesc Miralles, calificó Amat como «postimpresionista tamizado por el fauvismo». Con posterioridad a la muerte del pintor, en el libro El Dibuix de Josep Amat, Francesc Fontbona afirma que «Amat, lo que hacía era practicar el plenairismo de colores vivos con factura ágil y abocetada».

En cualquier caso, el pintor siempre optó por dar por buena cualquiera que fuera la clasificación de los críticos; puesto que su única pretensión siempre fue desarrollar con tranquilidad su obra.

La dilatada vida de Josep Amat estuvo marcada por algunos acontecimientos de índole distinta. Sufrió los estragos de la Guerra Civil, que estalló exactamente un mes después de su boda. Tras la guerra, un acuerdo verbal y jamás escrito con Joan Anton Maragall de la Sala Parés, y que estuvo vigente hasta el final de su carrera pictórica, le permitía obtener ciertos ingresos en tiempos difíciles de posguerra. Cuando, años más tarde, la economía empezaba a mejorar, su esposa Isabel quedaba imposiblitada de por vida debido a una caída, hecho que coincidía con la apertura de la Ronda de General Mitre que les obligaba a abandonar la casa de Sant Gervasi donde habían vivido desde su boda. Finalmente, no sin grandes esforzos, lograron mudarse a otra torre del barrio del Putxet. La mudanza tuvo lugar casi al mismo tiempo al presentarse un problema similar en la casa de Sant Feliu de Guíxols que había sido su taller con vistas al Passeig del Mar.

La tranquilidad, tan deseada a lo largo de su vida, no le llegó hasta los 70 años con el creciente reconocimiento de su obra. Dicha plenitud se vio interrumpida al enviudar, en lo que fue su último año de vida.

Además de velar por la difusión de la obra de un pintor que pocos días tras su muerte, Daniel Giralt Miracle definió como «uno de los coloristas de expresión más libre y viva que ha dado Cataluña», la Fundació también tiene por objetivo contribuir al progreso del arte y la cultura de nuestro país.